El Campus de la Universidad de los Andes está ubicado sobre un terreno inclinado de más de once hectáreas, que colinda por el nororiente con los cerros de Monserrate y Guadalupe y por el sur occidente con el centro histórico de la ciudad. Por su ubicación y magnitud necesitó, hacia 1988, ordenar su planta física y planear su crecimiento, para convertirse en el principal elemento de desarrollo y renovación del sector.

El plan de ordenamiento procuró el mejoramiento, ampliación y optimización del campus mediante propuestas urbanísticas, arquitectónicas, técnicas y administrativas que a corto, mediano y largo plazo, han brindado la flexibilidad suficiente para responder a situaciones cambiantes imprevisibles.

A partir de un estudio a diversas escalas de aproximación, resolviendo simultáneamente problemas generales y puntuales de la Universidad, fue posible formular propuestas para cada sector del campus. Como resultado, se propuso una forma urbana interior que integrara las diversas zonas de la Universidad, aproximando sectores alejados a los predios centrales de la Universidad, y que respondiera adecuadamente a las vías circundantes, condiciones urbanas y reglamentaciones del entorno. Para llevar a cabo esta integración, el proyecto contempló el diseño de un sistema interno de circulaciones, plazas, plazoletas, zonas verdes y servicios.

El Plan de Ordenamiento resolvió los accesos principales a la Universidad, mejorando su relación visual y física con la ciudad. Propuso una utilización más eficiente del terreno, aumentando significativamente el área construida sin ocupar zonas libres existentes y planteó estrategias de expansión predial.
Por último, el proyecto contempló la producción de un Plano General de la Universidad que permitiera la incorporación del Campus a los Planos de la ciudad y la concertación y definición de normas arquitectónicas y urbanísticas propias.